Este pueblo está en la región de Languedoc-Rosellón, comarca del Vallespir (Francia). La iglesia es del siglo XII. Justo enfrente hay el antiguo cementerio dónde no se entierra a nadie desde el año 1940.
En Costoja vivió Quico Sabaté un anarquista hasta que fue descubierto y tuvo que huir.
Laa calles y plazas, tienen un nombre en catalán, a menudo muy pintoresco (y traducidos al francés)
5 comentarios:
Sin vallas,sin puerta...la normalidad con que tratan estos lugares,aquí al lado,nos debería hacer reflexionar.El recuerdo a Quico,magistral.
Es curioso. Mas que un cementerio parece el jardín. Lo que muestras del pueblo es muy interesante.
Tan bello como intrigante.
Las necrópolis son un templo del alma y un lecho de la materia.
Encierran belleza.
Sean buenas tus lunas.
He estado sólo cuatro veces en Francia. La última de ellas recuerdo haberme sentido fascinada por los colores de dicho país. Tus fotos me han hecho revivir dicha experiencia. Gracias.
Es increíble que aún se conserven sitios así. Muy bien observado.
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