lunes, 27 de diciembre de 2010

Cementerios de París "Curiosidades" 3 y último

Todas pertenecen al Père Lachaise, menos las tres últimas que son del cementerio de Passy.








miércoles, 22 de diciembre de 2010

Cementerios de Paris "Curiosidades" 2

Tumba en el cemenetrio de Montmartre.
Encima de unos listones de madera, se puede apreciar todo tipo de cosas, desde objetos para poner velas, piedras, flores, conchas, pequeñas calabazas. Una mezcla quizá extraña, pero que denota mucho amor hacia el difunto.




Tumba en el cementerio de Montmartre.
Estaba en duda si colocar esta foto o no, pero como me resultó curiosa aquí está. Es algo que en la actualidad se ve muy poco; hace decenas de años no era extraño ver la foto del fallecido en la lápida, pero ésta es del año 1983, además tiene un tamaño considerable. Se hizo su voluntad.




Tumba en el cementerio de Montparnasse.
Henri Langlois fue fundador y director de la Cinemateca Francesa y uno de los nombres clave en la historia mundial del cine. Henri Langlois
Su tumba refleja perfectamente lo que fue su vida y el papel que desempeñó. En la estela se puede apreciar una cinta de metraje con diferentes fotos de Langlois. La "lápida" está cubierta con un gran puzle con fotos del fallecido y de grandes estrellas de cine.







Tumba en el cementerio de Montparnasse.
Recubierta en su totalidad de acero inoxidable coronada por el símbolo del Ying y del Yang y del "mastil" salen dos brazos, en el de la izquierda perfiles de personas y en el de la derecha tres placas con los nombres de Tam, Touty y Fabrice. Con el aire se mueve y hace un suave tintineo. Encima de la lápida se ven perfiles humanos...ingeniosamente curiosa y especial.





Las últimas tres pertenecen al cementerio de Montparnasse.



viernes, 17 de diciembre de 2010

Cementerios de París "Curiosidades" 1

París tiene una totalidad de 26 cementerios. La mayoría poco conocidos. Los indiscutiblemente celébres son Père Lachaise, Montmartre y Montparnasse. Los tres grandes están llenos de monumentos, firmados por arquitectos de renombre como por ejemplo, Louis Joachim Tullius Visconti, Eugène-Emmanuel Viollet-le-Duc o Alexandre Théodore Brongniart. Esculturas y medallones de Frédéric August Bartholdi, David d´Angers, Alexandre Falguière, Auguste Rodin, François Rude etc.

Estos son sus nombres:

Père Lachaise
Montparnasse
Montmartre
Bagtinolles
Passy
Auteuil
Calvaire
Saint-Vincent
La Villette
Belleville
Charonne
Bercy
Vaugirard
Grenelle
Picpus
Gentilly
Montrouge
Sud de Saint-Mandé
Valmy
Pantin*
Thiais*
Bagneux*
Ivry*
Saint-Ouen*
La Chapelle*
Charenton*


(*) Los últimos siete están “extramuros”


Antes de entrar detenidamente en los cementerios más conocidos, haré hincapié en unos cuantos apartados. Empiezo con el de “Curiosidades” Quien puede y rompe con lo establecido en vida merece mi admiración. Ir con el “rebaño” es muy aburrido, ya lo decía el cantante francés Georges Brassens en su canción “La mauvaise reputation”, que aquí popularizó Paco Ibañez hace muchos años y, posteriormente Loquillo.






Pues igual me gusta quien deja dicho que su tumba sea de tal o cual estética y que se aparte de lo tradicional. Luego vendrán los paseantes, curiosos etc; casi seguro repararán en ella y se fijarán en su última excentricidad. El paseante tendrá un pensamiento para ese desconocido que dejó constancia que quería algo diferente. Todas las fotos pertenecen al cementerio de Montparnasse.












viernes, 10 de diciembre de 2010

Cementerio de Podgórze (Kraków-Cracovia) -2- y último











En un cementerio de lugar castellano.

Corral de muertos, entre pobres tapias,
hechas también de barro,
pobre corral donde la hoz no siega,
sólo una cruz, en el desierto campo
señala tu destino.
Junto a esas tapias buscan el amparo
del hostigo del cierzo las ovejas
al pasar trashumantes en rebaño,
y en ellas rompen de la vana historia,
como las olas, los rumores vanos.
Como un islote en junio,
te ciñe el mar dorado
de las espigas que a la brisa ondean,
y canta sobre ti la alondra el canto
de la cosecha.
Cuando baja en la lluvia el cielo al campo
baja también sobre la santa hierba
donde la hoz no corta,
de tu rincón, ¡pobre corral de muertos!,
y sienten en sus huesos el reclamo
del riego de la vida.
Salvan tus cercas de mampuesto y barro
las aladas semillas,
o te las llevan con piedad los pájaros,
y crecen escondidas amapolas,
clavelinas, magarzas, brezos, cardos,
entre arrumbadas cruces,
no más que de las aves libres pasto.
Cavan tan sólo en tu maleza brava,
corral sagrado,
para de un alma que sufrió en el mundo
sembrar el grano;
luego sobre esa siembra
¡barbecho largo!
Cerca de ti el camino de los vivos,
no como tú, con tapias, no cercado,
por donde van y vienen,
ya riendo o llorando,
¡rompiendo con sus risas o sus lloros
el silencio inmortal de tu cercado!
Después que lento el sol tomó ya tierra,
y sube al cielo el páramo
a la hora del recuerdo,
al toque de oraciones y descanso,
la tosca cruz de piedra
de tus tapias de barro
queda, como un guardián que nunca duerme,
de la campiña el sueño vigilando.
No hay cruz sobre la iglesia de los vivos,
en torno de la cual duerme el poblado;
la cruz, cual perro fiel, ampara el sueño
de los muertos al cielo acorralados.
¡Y desde el cielo de la noche, Cristo,
el Pastor Soberano,
con infinitos ojos centelleantes,
recuenta las ovejas del rebaño!
¡Pobre corral de muertos entre tapias
hechas del mismo barro,
sólo una cruz distingue tu destino
en la desierta soledad del campo!



Miguel de Unamuno