viernes, 1 de octubre de 2010

Cementerio de Arenys de Mar: Una historia de amor y una tumba vacía

Una chica de buena familia de la población llamada Emilia Rovira Preses se enamoró del hijo del cartero, Rafael Martínez Ortiz. La familia de ella se opuso a la relación por la diferencia de clases. El chico, desolado se fue a Cuba para hacer fortuna. La familia de la muchacha interceptó las cartas que Rafael le escribía, éste, pensando que ella le había olvidado se casó en Cuba mientras ella le seguía esperando. Emilia murió a los 33 años y fue enterrada en la tumba familiar el 2 de abril de 1892.
Rafael con el paso de los años hizo una gran fortuna, llegó a ser secretario de Estado de Cuba y ministro de Cuba en París.
Cuando volvió a Arenys de Mar supo del fallecimiento de su amada. Hizo construir un panteón de mármol negro y un busto de la chica partiendo de una pequeña foto que ella le dio antes de partir. Plantó alrededor de la tumba árboles y flores. Su intención era que ella pudiera reposar en esa tumba pero la familia Rovira-Preses no dejó realizar la inhumación. El, en homenaje cinceló esta dedicatoria en la tumba: “A su memoria dedica este recuerdo su amigo de la infancia Dr. Rafael Martínez Ortiz.
La tumba estuvo vacía 108 años, hasta que el 23 de abril día de Sant Jordi de hace 10 años pudo por fin descansar en la tumba que Rafael hizo construir para ella. Ello fue posible gracias a unas vecinas del pueblo, entre ellas una bibliotecaria y dos vecinas más. Ya nadie sabía dónde estaba enterrada Emilia, gracias a los desvelos y pesquisas de ellas se supo que estaba en un columbario después de exhumarla por falta de pago de la tumba familiar y a punto de ser trasladada definitivamente a la fosa común pues no había descendientes ni nadie que la reclamara. La tumba que Rafael dedicara a ella pertenece al consistorio, los vecinos pidieron enterrar sus restos en ella y el ayuntamiento accedió.
Esta historia es muy conocida en Arenys y ha ido pasando de generación en generación, es parte de la memoria colectiva.






13 comentarios:

Cj Fuentes dijo...

Triste pero bonita historia de amor.
Un saludo^^

Unknown dijo...

¡Que malas son las luchas de clases, hasta después de muerto, y que preciosa es la historia, amiga Mar¡
Un beso

GAIA dijo...

Impactant! Quina bonica història d'amor

Julia dijo...

¡Qué buena historia!
Me llama la atención que don Rafael ya no hable de amor cuando le dedica la tumba, sino de amistad de la infancia. Las palabras trataban de apuntar a lo sensato, tal vez, pero sus obras dejaban traslucir que había allí algo más.

Ksawery dijo...

Tremendo el repaso que le has pegado a este cementerio con las tres últimas entradas. Esta última historia es conmovedora.

Sílvia dijo...

Podría ser el argumento de un relato de Espriu...

APU Barcelona dijo...

Hola Mar.
Magnifica entrada te mereces un aplauso, la historía por conocida gracias a ser trasmitida por la voz popular es una de las muchas que debían suceder y quedar en el olvido en aquellos tiempos donde las apariencias y la cuna mandaba en los corazones.
Un beso.

APU Barcelona dijo...

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Landahlauts dijo...

Una bella historia de amor...

Saludos.

M. Domínguez Senra dijo...

Nuestro Taj Mahal.

Gata Chopada dijo...

Curiosa historia, pero de bonita nada. O sea, que aquella se muere (suponemos que de amor), y en eso se queda la cosa. Para que al cabo de los años el típo sólo se haga llamar "amigo de la infancia", y encima no la metan allí hasta que no queda de ella mas que los huesos (suponiendo que sean los suyos).
Lo que más me gusta de la historia, es la labor de la bibliotecaria y dos vecinas más. Ya ves, a ellas nada les iba, pero las mujeres, somos tan románticas...(y tontas. Mira que morirse)

serrallonga dijo...

Que bonica, que es la historia..... si fos certa... no se qui ha donat la informació, però ni de lluny s'hi aproxima!

josep oriol dijo...

El noi no era el fill d'un carter, si no un ciutadà cubà que va venir a Catalunya a estudiar medicina.I van ser les filles de la noia, cubanes, les que van aconseguir que finalment s'enterrés la noia en aquest panteó.