sábado, 5 de noviembre de 2011

La tumba de Francesc Macià y su corazón viajero


Francesc Macià Llussà, falleció el 25 de diciembre de 1933 siendo presidente de la Generalitat a los 74 años de edad. Pocas horas después de fallecer le fue extirpado el corazón con la razón de ser conservado como una reliquia. Hay muy pocos detalles sobre de quien fue la decisión y la forma en que se hizo. El equipo que había atendido a Francesc Macià estaba dirigido por el médico August Pi- Sunyer, padre de Pere Pi-Sunyer, consejero en ese momento de la Generalitat.
El corazón extirpado estuvo en posesión de Josep Tarradellas durante decenios. Lo llevó consigo por todos los lugares que vivió en el exilio, entre ellos, se sabe que en los años 60 y 70 estuvo depositado en una caja de seguridad de un banco en la localidad francesa de Tours.
La extirpación del corazón de Macià es muy difícil de explicar o justificar, pero cierto es que hay precedentes en la historia, como ejemplo sirvan los monarcas austriacos de la casa de Habsburgo.
Por otro lado hasta hace 32 años se creyó que el cuerpo de Macià había sido trasladado de lugar, eso se hizo creer oficiosamente por miedo a que fuera profanado su cuerpo durante la Guerra Civil.
El día 2 de octubre de 1979 la nieta de Macià, Mª Teresa Peyri i Macià acompañada por técnicos municipales acudieron a la supuesta “tumba secreta” para hacer las comprobaciones pertinentes para el traslado a la tumba original que tendría lugar el día 10. Pero en ese panteón (Collaso y Gil) no encontraron nada. Abrieron la tumba de Francesc Macià y allí encontraron su cadáver y una caja con las vísceras extraídas durante el embalsamamiento. El 9 de octubre en una ceremonia íntima devolvieron el corazón a la familia Macià en pleno (la esposa de Josep Tarradellas, Antònia era hija de Macià) y al día siguiente, en una ceremonia íntima en la Plaça de la Fe del cementerio de Montjuïc se reencontraron cadáver y víscera al fin.
Así terminó la rocambolesca historia. Pero hay que hacer hincapié en que el Presidente Tarradellas así como otros políticos de la época cada año depositaban coronas de flores aunque todos pensaban que estaba enterrado en otro lugar.



Panteón Hermanos Collaso i Gil. Vía Sant Josep, agrupación 2ª

Foto: Diario ABC

Tumba de Francesc Macià Plaza de la Fe, agrupación 9ª

2 comentarios:

desdelaterraza-viajaralahistoria dijo...

Desconocía esta historia. Resulta extraño el caso, más propio de siglos anteriores que de época tan reciente, pero como bien dices no es el único. También en el siglo XX conozco dos casos: el de la cabeza de Pancho Villa y el de miembro viril de Rasputín, este creo que lo conservan en un frasco con formol en un museo austríaco. Un saludo.

Ksawery dijo...

Aunque conocía la historia y periplos de Macià y sus restos, siempre va bien refrescar la memoria individual y colectiva y dar a conocer estos hechos.

Respecto a lo del corazón no deja de ser curioso puesto que la extirpación de dicho órgano fue muy típica durante una época en la realeza europea, véase un caso cercano en de Felipe I de Habsburgo "el Hermoso", en la cual se enterraba el cuerpo en una ubicación, el corazón en otra y a veces el resto de vísceras en una tercera.

Un saludo.