Siempre me ha parecido romántico ver plantado en una tumba una planta o un arbolito. Es como si el finado renaciera en ese pequeño árbol o planta de hermosas flores. Hace 200 años hubo quienes les pareció romántico o especial plantar un árbol también. ¿Llegaron a pensar en que el débil arbolito se haría grande, inmenso, frondoso y hasta se adueñaría de la tumba? ¡seguro que no!, si lo hubieran pensado seguro que no lo hubieran plantado, pero los seres humanos tendemos a la inmediatez "tendría que pasar mucho tiempo para que se desarrollaría tal como lo vemos hoy"...y aquí está, dueño de todo. Los que en su momento fueron enterrados y les pusieron el árbol en su recuerdo y sus descendientes han desaparecido, pero ahí sigue el átbol, vivo y hermoso. Añadir para finalizar que las tumbas antiguas del Père Lachaise fueron vendidas a perpetuidad.
7 comentarios:
¡¡Son inmensos!! te fijas en los pequeños detalles,y los reflejas magníficamente...¡¡queremos ir contigo y que nos los comentes en directo!!
Beautiful! Thanks.
Esos árboles son la pura esencia del que allí esta enterrado. Son una misma entidad. ¡Fantásticas imágenes Mar!
Muy chula la entrada, pocas veces he visto reflejada tanta vida en un cementerio. Gracias!!!
¡Muy interesante! Nos gustan mucho estás entradas temáticas que haces.
A nosotros nos resultó muy curioso el crecimiento de plantas suculentas que emergían de dentro de las tumbas en el cementerio de Torrero donde había muchas reventadas al abrirse paso estas plantas, aunque nos parece que éstas no las habían plantado intencionadamente.
Hola Mar.
Impresionante el tamaño de estos árboles, es como explicas una especie de re-encarnación en otro ser vivo.
Un beso
Ostia, es para pensarse lo de plantar un arbolillo en una tumba. Menudo abrazo de raíces tendrá el difunto.
Un abrazo
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