En Italia, en la región de Lombardía, a 16 Km. de Bergamo, existe un villa llamada Crespi d´Adda, en el municipio de Capriate San Gervasio. La fábrica y la villa de Crespi d'Adda se fundaron en el año 1878. En 1995 se aprobó su ingreso en la UNESCO (Patrimonio de la Humanidad)
Fue un pueblo obrero a orillas del rio Adda, de ahí parte de su nombre, la otra, Crespi viene de Cristoforo Benigno Crespi. Era un industrial algodonero y allí instaló su fábrica y formó una colonia. La vida de los obreros se reducía al trabajo en la fábrica, vivir en la casa que proporcionaba el amo y todo lo que él pensaba que era necesario para sus trabajadores aparte de un techo donde vivir: una escuela, la iglesia, baños públicos, un centro recreativo y un cementerio. Dicen que el señor Crespi era un filántropo, alguien que ama al ser humano, algo que sin duda le honraba, pero las diferencias igual que las había en vida, en la muerte también se notaban.
El cementerio es impresionante, desde lejos lo primero que se ve es el imponente mausoleo de estilo ecléctico donde descansan la familia Crespi, abajo, las humildes tumbas de los obreros. El mausoleo fue obra del arquitecto milanés Gaetano Moretti y se terminó de construir en el año 1905 y consta de tres plantas.
Las tumbas que hay al lado de los muros ya son de propiedad y las hay de varios estilos como en cualquier camposanto.
Un mundo perfecto, el señor reinando en su castillo y además un “padre” que velaba por todas las necesidades de sus empleados, dentro y fuera de la fábrica, como un pequeño estado: “desde la cuna a la tumba”
En los años 30 con la Gran Depresión y el auge del fascismo en Italia, la compañía entró en crisis. En esos momentos contaba con unos 3.200 trabajadores. La fábrica al igual que la mayoría de industrias italianas casi se paralizaron en esta época. La familia Crespi que poseía una parte de la empresa la abandonó rápidamente, dejando la fábrica y el barrio en manos de una nueva empresa.
Cierto es que en estas colonias tenían las necesidades cubiertas y tenían hasta distracciones, cosas que otras personas de su condición era impensable en aquel tiempo.
La Villa Industrial Crespi se ha conservado extraordinariamente bien hasta nuestros días. Es un paraje hermoso con frondosos bosques, con varias tonalidades de verde que invitan a pasear relajadamente.
Mucho antes de llegar ya se divisa al fondo el mausoleo Crespi.
Desde la puerta de la entrada.
Hileras e hileras de humildes tumbas totalmente iguales.
Detalle de la parte superior del mausoleo.
Vista casi completa del mausoleo.
La fábrica conservada magnifícamente.
La mansión del Sr. Crespi recuerda a un castillo.
La iglesia.
2 comentarios:
Como siempre,MAGNÍFICAS fotografías de un lugar impresionante,que aúna Historia y belleza...tal vez se debería volver para verlo sin lluvia...
Está muy chulo ese macromausoleo! Italia tiene tanto por ver...!
Muy chulo el reportaje Marina!
Un abrazo.
Publicar un comentario