martes, 17 de abril de 2012

Cementerio Monumental de Milán (4)


Estas obras pertenecen a Giannino Castiglioni  escultor, medallista y pintor milanés nacido en esta ciudad el 4 de agosto de 1884 y fallecido en Lierna el 27 de agosto de 1971.

Después de completar sus estudios en 1906 participó en la Exposición Internacional de Milán con una escultura y algunas medallas.

La lista de sus obras es muy importante y larga, para destacar, la puerta Monumental de San Ambrosio del Duomo y Monumento a los Mártires de la Liberación de la Piazzle Loreto en Milán.

En el cementerio Monumental de Milán se pueden encontrar varias obras de este escultor, en esta entrada presento las de la familia Sommaruga Faini, Davide Campari y la del senador Antonio Bernocchi.

 Sommaruga Faini.



La cúpula está recubierta de mosaico dorado y verdoso, con una simple cruz en el centro. Esculpido en granito verde diez figuras femeninas están velando y orando a ambos lados de la tumba. El encanto misterioso de la composición está relacionado con la simetría y la repetición de la misma figura femenina orando en un juego mesurado de efectos de luces y sombras.



Antonio Bernocchi.








El grupo escultórico esculpido en mármol representa figuras en el Vía Crucis. Inspirada en las columnas romanas fue realizada bajo el proyecto del arquitecto Alessandro Minali en 1932 y finalizada en el año 1936.



Davide Campari.




Las fotos no hacen justicia del majestuoso monumento de la familia Campari. En esta ocasión Giannino Castiglione hizo una interpretación libre de la última cena de Leonardo da Vinci. La obra data de 1935

3 comentarios:

miscelaneaculinaria dijo...

Hola Mar.
Desconocia que existiese algo tan impresionante en Milano.
Obviamente la familia Campari tenia recursos para tener ese increible panteón.
felicidades por tu trabajo.
Saludos

Esther i Toni dijo...

Impresionante!!! qué obras tan excepcionales!!!

MISCELÁNEAS dijo...

Mar, me ha impresionado las esculturas de este cementerio, especialmente el panteón con el vía crucis .... ains... lo que se pierden los que no les gusta visitar cementerios. Besos